César Gandía es el Jefe de Seguridad para el gobernador del Banco de España. Lleva en esa posición más de cinco años y es un hombre que cumple su trabajo con mucha seriedad.
Historia[]
5 años antes del atraco al banco nacional, Berlín visitó al gobernador posando como alguien más. Gandía sentía que algo no estaba bien, pero no hizo nada al respecto, pero estuvo atento en todo momento en caso de que Berlín intentara algo. Berlín, por su parte, investigó junto a Palermo sobre Gandía, descubriendo que antes de ser jefe de seguridad del Gobernador, fue jefe de seguridad del ministro del interior de España, y antes de eso sirvió por cinco años en un comando de élite en el extranjero bajo el mando del Comandante Sagasta, donde, bajo el rango de Capitán, estuvo delante de operaciones clandestinas en Irak y El Líbano, llegando así a la conclusión de que Gandía era un criminal de guerra. A su vuelta a España, sé caso con una mujer llamada Marisa, con la que tuvo un hijo llamado Juan, aunque en vista de un fugaz diálogo que tuvo con Tokyo, sé da a entender que su relación con su familia no es la mejor, buscando evitarla por medio del trabajo, practicando tiro en un polígono todos los fines de semana, y anhelando el momento donde podrá ser un héroe.
Tercera parte[]
Cuarta parte[]
Cuando Palermo fue destituido como el líder del grupo de atracadores por Tokio, lo sentaron al lado de Gandía, quien no estaba feliz por este hecho. Sin embargo, en poco tiempo, Palermo le dijo cómo dislocarse los pulgares para poder salir de las esposas. Gandía no estaba seguro, pero Palermo le dijo que no le pasaría nada, dado que Río no estaba en condiciones de detenerlo. Dado esto, Gandía se liberó y retó a Río a dispararle, quien no pudo.
Tras ser liberado, escapó y entró al cuarto donde estaba Nairobi recuperándose de la operación a su pulmón. Gandía trató de asfixiarla, pero no consiguió hacerlo porque Nairobi le clavo una jeringa varias veces en el cuello, pero escapó antes de que llegaran los otros atracadores. Mientras lo buscaban, Gandía logró colgar a Helsinki del cuello y casi logra matarlo. Mientras huyó otra vez, le cortó todas las líneas para las cámaras al Profesor y se metió a un cuarto de pánico detrás del baño del Profesor, donde tenía acceso a una línea con Tamayo y cámaras. Pidió instrucciones al coronel, pero le dijeron que debía mantenerse quieto oficialmente. Sin embargo, Tamayo le dice que si mata a los atracadores será considerado como defensa propia.
Gandía atrapa a Tokio en el cuarto de pánico y anuncia en el sistema de sonido del banco que tiene a Tokio y que Palermo fue quien lo ayudó a escapar. Después de estar un rato con Tokio, salió a buscar a los demás atracadores. Se encontró con Río y Denver en un elevador y les aventó una granada, que lograron detener. Se encontró con más y recibió muchos disparos hasta entrar a un cuarto en el que estaba Nairobi en una silla de ruedas. La ahorcó con su pistola y la tuvo bajo su control. Disparó a una puerta hasta que hizo un hoyo a través de ella y forzó la cabeza de Nairobi a través de él, atándole las manos del otro lado de su cabeza. Cuando le dispararon a través de la puerta, él les regresó el fuego disparando a través de la mano de Nairobi. Por fin salió con ella y teniendo a todos apuntándole con sus pistolas, él apuntaba a la cabeza de Nairobi. Cuando por fin la soltó, le rercordó que prometió matarla, disparándole en la cabeza y matándola de inmediato.
Todos los atracadores gritaron de desesperación y le empezaron a disparar, pero él logró escapar hasta que Denver le aventó una granada que le hizo daño. Regresó a la habitación de pánico, donde se encontró con Tokio de nuevo y no le contó lo que le había hecho a su amiga y diciéndole que fue Nairobi quien le aventó la granada. Estaba tratando de inyectarse algo, pero estaba muy aturdido y se acabó desmayando debido a la pérdida de sangre. Se levantó con una llamada de Tamayo, pero justo cuando contestó, los atracadores le cortaron las líneas de comunicación.
Estando con Tokio, le pidió que le sacara las piezas que le había enterrado la granada que le había lanzado Denver, pero fue atacado por ella y quedó inconsciente. Cuando despertó, Gandía estaba atado a una silla frente al teléfono que tenía para comunicación con el Coronel Tamayo. Los atracadores le dijeron que pidiera un helicóptero. Al principio no quiso, pero era una llamada de prueba al profesor. Los atracadores le dijeron que su momento de héroe había terminado y que lo mejor que podía hacer en ese momento era regresar a ver a su mujer y a su hijo. Cuando los atracadores fingieron ser él para llevar a cabo su Plan París, Gandía intentó soltarse, pero Bogotá lo detuvo y le azotó la cabeza contra un tubo, dejándolo inconsciente.
Quinta parte
Después de ser rescatado y curado, Gandía es reclutado por los batallones más fuertes de España. Horas después, Gandía y los batallones logran entrar por el tejado, detonando una bomba que derribaría una columna encima de Helsinki. Los atracadores llegan lanzando bengalas y bombas de humo para rescatar a Helsinki y hacerle frente al batallón. Después de varios minutos conteniendo al batallón, los atracadores toman ventaja, hasta que caen en una trampa y el batallón escapa. Tokio, Denver y Manila escapan y matan a un miembro del batallón arrojandole una granada. Tokio previamente fue herida de bala por los francotiradores. A pesar de que Río había taladrado arriba, no era suficiente, además de que ella había dado la orden a Denver y Manila para que escaparan por el elevador de platos, dejándola sola y a su suerte. Tokio pelea contra Gandía y su batallón, hasta que es herida de gravedad. Antes de que Gandía dé el disparo final, se da cuenta que Tokio activa un cinturón de granadas. Gritando a todos que se aparten, las granadas explotan, matando a Gandía y a Tokio en el acto.
Personalidad[]
Gandía es un hombre determinado por proteger al banco nacional y por cuidar al gobernador. Tiene una muy buena habilidad leyendo a la gente, sospechando que no vienen a lo que dicen que van desde un principio como se observa cuando Berlín visita el banco. Es apasionado por su trabajo e intenta que nada lo detenga en cumplir su deber.
De igual forma muestra ser un hombre de su palabra, matando a Nairobi por el simple hecho de haberle prometido el hacerlo.