Sergio Marquina, alias El Profesor, es un personaje de La casa de papel. Es el líder de la banda de atracadores a la Fábrica de Moneda y Timbre. Es un hombre del que poco se sabe y al que le gusta tener calculado hasta el más mínimo detalle.
Descripción
| “ | Treintañero. Barba, gafas de pasta... El cerebro de la operación. Un hombre que nadie asociaría a priori a ningún plan criminal. Dialogante, de fina ironía y autodidacta, es la antítesis de cualquiera de los individuos que integran su banda.
De inteligencia superior, ha planeado durante años hasta el mínimo detalle de la operación. Parece saberlo todo, anticiparse a todo desde su puesto de observación en el exterior. No obstante, no contaba con establecer un vínculo tan fuerte con la negociadora policial, una mujer que le va a marcar. |
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Vida
Su nombre real es Sergio Marquina. Fue un niño enfermo que pasó toda su infancia postrado en una cama de hospital, leyendo y escuchando las historias sobre atracos que su padre le contaba. Él pensaba que todas esas historias eran películas, hasta que a su padre lo mataron a balazos en la puerta del Banco Hispanoamericano. Ahí se dio cuenta de que esas historias que le contaba su padre eran en realidad los atracos que él cometía. El plan para atracar la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre se le ocurrió a su padre. Su mediohermano es Andrés de Fonollosa, alias Berlín, con quien lleva planeando el atraco desde sus cortas vidas.
Lleva sin actualizar el DNI desde los 19 años.
Es uno de los atracadores que consigue salir con el dinero,
Relación
Una de sus tácticas para que el atraco se lleve a cabo de forma airosa será mantener contacto directo con la policía. Para ello, comienza a entablar amistad con la Inspectora de Policía Raquel Murillo. Lo que empezó siendo una amistad para ir un paso por delante de la policía en todo momento, se convierte en algo más cuando El Profesor se salta su propia norma y se enamora de ella y ella de él, sin saber que es el cerebro del plan. A lo largo de la serie vemos momentos de acercamiento y de promesas, como irse juntos a una isla de Filipinas.
Cuando descubre su verdadera identidad, se enfada y lo obliga a entregarse, a lo que él se niega y consigue escapar. Ya al final, ella se rinde ante su plan y deja que se escape con el dinero. Un año después del atraco, Raquel descubre unas coordenadas en las postales que él la entregó. Viaja a la isla donde iban a irse juntos y allí se reencuentran.
