Errar al disparar es el tercer episodio de La casa de papel. Fue emitido el 16 de mayo de 2017.
Sinopsis[]
Berlín ordena a Denver que ejecute a Mónica al pillarle con un móvil. La secretaria de la Fábrica ruega a Denver por su vida. Si Denver no la mata, será él quien acabe con un tiro. ¿Conseguirá Mónica convencerle de que no lleve a cabo la orden de Berlín? ¿A quién obedece Denver: al Profesor que no quiere que se derrame una gota de sangre, o a Berlín, que está al mando de todo lo que pasa dentro de la Fábrica?
Moscú enfurece con la orden que ha recibido su hijo, que pone en peligro su vida. El enfado volverá a poner todo el plan en jaque.
La inspectora Raquel Murillo sigue empeñada en que los atracadores se rindan y El Profesor le impone sus condiciones, quiere unos camiones y un barco con los que huir. ¿Cederá Raquel? ¿Creerá una sola palabra de los planes del Profesor? ¿Está buscando realmente, el Profesor, cambiar su plan inicial?
El acercamiento de Río a Alison pone nerviosa a Tokio, que parece cambiar su actitud con el hacker. A toda costa quiere acercarse a él, quiere reconquistarlo. Al mismo tiempo, Raquel comienza a confiar en Salva, el desconocido siempre atento con el que se encuentra en la cafetería. No sabe que realmente está abriendo su vida privada al cerebro del gran golpe, a El Profesor.
Argumento[]
Tras retomar la dura decisión de Denver respecto a Mónica, la escena cambia a Mariví recogiendo los restos de la fiesta de cumpleaños de Paula. La abuela se preocupa por no encontrar a su nieta, y entonces se descubre con mayor detalle el impresionante uso que da a las notas, dando a entender algún tipo de problema con su memoria. Una de ellas le recuerda que nunca debe dejarla con su padre, debido a que éste tiene una orden de alejamiento.
Otra vez en la Fábrica, se descubre que Denver ha decidido perdonarle la vida a Mónica. Ésta le sugiere que la esconda en una de las cámaras, a lo que él accede tras dispararle en la pierna para tener una coartada. Poco después entra en el baño Berlín, que contempla la escena y cree que la ha matado.
Raquel Murillo llama a El Profesor. Vuelve a proponerle que se rindan, pero él se niega jugando la baza de los rehenes. A cambio, le pide medios para poder huir a aguas internacionales, y allí liberarlos cuando ellos estén a salvo. Tras colgar, El Profesor encuentra un mensaje en su móvil de Mariví, que intenta contactar con su hija como sea y él puede servirle de nexo de unión tras haberle prestado su terminal.
Prieto le dice a Raquel que accederán a sus peticiones para poder capturarlos mejor. Ella, en cambio, deduce que su plan es diferente y que los pasos dados hasta ahora han sido un cebo. Aunque Prieto duda, Raquel ha acertado en cada uno de los detalles que realmente El Profesor ha planeado realizar.
El Profesor decide aprovecharse del asunto personal de Raquel, y se dirige hasta la carpa policial para prestarle al móvil a la Inspectora, infiltrándose entre la policía y ganándose su confianza. Murillo, tras conocer la noticia, corre con un coche para buscar a su hija.
Denver esconde a Mónica en una de las cámaras, mientras Berlín cuenta lo sucedido a los rehenes. Tokio no está de acuerdo con la decisión, por lo que en un despacho los atracadores hablan en privado sobre lo sucedido. Río intenta contactar con El Profesor, pero éste no se encuentra en el hangar.
Segundos después, Moscú se entera de que su hijo es ahora un asesino. Berlín le sigue y le ordena que se detenga, pero Moscú, sin nada que perder, desafía su autoridad. Poco después se acerca hasta el baño donde está su hijo, quien le confiesa el asesinato, mintiendo para mantener la coartada frente a Berlín. Para su desgracia, sufre un pequeño ataque de ansiedad, al reflexionar sobre las consecuencias policiales de dicho asesinato.
La policía intercepta una señal de móvil desde el interior. Helsinki envía un vídeo de Mercedes hacia su pareja, grabado para su tranquilidad, pese a que ésta sospecha que morirá después de lo ocurrido a Mónica. Prieto y Ángel Rubio intentan que dicho vídeo no se filtre a la prensa.
Entre los rehenes, y pese a los ánimos de Nairobi, el ambiente es de tristeza tras lo ocurrido. Arturo Román se siente responsable, preguntándole a Río si Mónica es la víctima. Él, en cambio, decide mentirle para tranquilidad de todos. Alison aprovecha para disculparse por su acción horas antes, aceptando éste sus disculpas y entablando una amistad, bajo los celos de Tokio.
Raquel llega a su casa; donde se encuentra a su madre, hija y ex-marido. Ella intenta detenerle, pero él se zafa y termina yéndose del lugar. Entonces, Salva interviene para pedirle que le devuelva el móvil. Ambos vuelven a encontrarse una vez más en el bar. El Profesor se gana su confianza, y poco a poco consigue más minutos con ella. Murillo aprovecha para ponerse al día con Rubio. Éste le cuenta que ha habido filtraciones de vídeos, y que éstos han llegado a la prensa. No obstante, le obliga a tomarse un pequeño descanso mientras se encuentra al mando.
Denver aprovecha algo de tiempo libre para volver a la cámara y ayudar a Mónica con la herida. Mientras tanto, Moscú tiene pesadillas acerca de la hipotética ejecución de su hijo a la rehén. Oslo se acerca a la cámara, pero por suerte no descubre a la pareja.
Moscú no deja de sentirse mal por lo ocurrido, por lo que termina abriendo la puerta de la Fábrica para entregarse. Tanto atracadores como rehenes se quedan sorprendidos, preparándose para lo peor. Finalmente, Denver lo intercepta y Tokio corre a cerrar la puerta. En voz baja, termina confesándole que Mónica está viva para que se tranquilice.
El Profesor siente los problemas personales de Raquel, ofreciéndose para cualquier tipo de ayuda. Ella termina abriéndose, y relatando su calvario de los últimos años junto a su ex-marido. La guinda del pastel aparece cuando Raquel confiesa que su hermana terminó enamorándose de él, momento en que ella lo denunció por los malos tratos sufridos con anterioridad.
La escena es interrumpida por Ángel, que le informa del incidente de la puerta. Entonces los policías corren de nuevo a la carpa, y ella parece haber descubierto que era uno de los atracadores quien quería salir. Denver, mientras tanto, obliga a los rehenes a salir a la azotea durante 10 minutos, para ayudar a Moscú a superar su claustrofobia.
Una vez el grupo sale a la azotea, la policía se pone en posición a la espera de conocer el motivo. El Profesor llama apresurado a Berlín, que le cuenta verse obligado por los compañeros a acometer esa acción. Arriba, Denver le cuenta a Moscú el motivo por el cual ha disparado a Mónica. Arturo lo oye, lamentándose por ello. Profesor y Raquel hablan una vez más, pero sin resultado. Arturo se rebela, y Moscú decide salvarse arrodillándose junto a Denver, para que la policía piensa que es Arturo el ladrón que les apunta.
Por seguridad, un francotirador termina abatiendo a Arturo. Para su sorpresa, descubren que es el director de la Fábrica.
Reparto[]
Principal[]
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Secundario[]
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